Muchos nos preguntan, y nosotros mismos, los periodistas, nos preguntamos a menudo, si debemos actuar en ciertas situaciones o si debemos mantenernos al margen para no “manchar” la realidad con nuestra presencia. Otras veces nos preguntamos, y nos preguntan, si nuestro estatus de periodista nos da “carta blanca” para burlar la ley con el objetivo de conseguir una información. Probablemente dentro de poco nos dejaremos de hacer esta pregunta porque los tribunales nos los están dejando muy claro: si no actuamos cuando vemos un delito, somos cómplices, si nos saltamos la ley, somos delincuentes. Y me parece [más o menos] bien. Más allá del debate sobre si podemos evitar todas las fechorías que veamos, que obviamente no, o sobre los diferentes grados delictivos que podemos franquear a la hora de conseguir una noticia, lo cierto es que poseer un papel donde diga “Licenciado en Periodismo” no nos da derecho a hacer lo que nos dé la gana.

La última que ha recibido un aviso por parte de los tribunales ha sido la reportera de Cuatro Samanta Villar, quien ha sido imputada por ayudar a una familia gitana a robar unos hierros durante uno de sus reportajes para «21 Días«. En el reportaje, ella misma asegura que no sabe si se trata de un robo o no.

Obviamente, en toda esta historia hay matices, matices que deberían determinarse según la necesidad de las acciones del periodista para obtener la información y la necesidad de la información en si como servicio público. ¿Era necesario que Samanta Villar participara en el robo para tener un buen reportaje [aunque no esté segura de que se trata de un robo, en el video se ve claro que se lo huele]? Y sobre todo, ¿la información era tan importante como para llegar a ese extremo?  Yo a ambas preguntas contestaría que no. ¿Qué contestarán los jueces?

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Foto: AP

Durante estos días, por muchas cosas interesantes que puedan pasar en Europa, es difícil no hablar de Irán. Las portadas de los periódicos están inundadas de fotos de las revueltas y en las redes sociales Irán es la palabra que probablemente más se ha repetido durante los últimos días. Algunos hablan de represión, de dictadura, de fraude, otros son más positivos y recalcan más bien la posibilidad que hay en las revueltas de una apertura democrática. Justo después leo, en Le Monde, que si hay algo que precisamente ha diferenciado Irán de otros regímenes cercanos son sus componentes semi-democráticos (la palabra chirría) con unas elecciones medio-libres (chirría de nuevo).

Tras varios días leyendo noticias, tweets y posts de facebook sobre la revolución en Irán solo me queda clara una cosa: a mí me falta la clave. (más…)

«El cierre de un medio de comunicación no es sólo un desastre humano y profesional para decenas o cientos de trabajadores sino también una pésima noticia para la calidad de la democracia».  

lazo_periodicoAsí comienza el comunicado de prensa que ha emitido Comisiones Obreras con motivo de la jornada que se celebra hoy en defensa del empleo digno en los medios de comunicación y, la verdad, yo no encuentro palabras mejores para expresar la misma preocupación.

 No es la primera vez que escribo sobre este tema, aunque creo que por salud propia voy a tener que dejarlo, porque cada día me deprime más. Lo que más me entristece aún es que prácticamente ningún medio ha informado sobre la convocatoria, no vaya a ser que se les acabe el chollo del periodista a 600 euros. Y me entristece porque, francamente, me gustaría más allá de que la convocatoria tenga éxito, que la gente empatizara con nosotros, que  comprendiera que nuestra situación empeora a cada minuto que pasa y que, para colmo, nuestra reputación también decae por momentos. Pero esto no es posible si no tienen conocimiento del problema y por mucho ruido que podamos meter en las manifestaciones, pocos se enterarán si se hace una espiral de silencio en torno a este tema. 

En fin, qué desgracia es estar obligado a contar las desgracias de los demás cuando a menudo te parece inmoral hacerlo, pero tener que callarte la tuya.

lemonde_22avrilLe Monde, a pesar de su renombre internacional, nunca fue uno de mis periódicos favoritos. No voy a negar su calidad informativa, pero lo encontraba, cuando vivía en Francia, un poco soso comparado a otros periódicos más «incendiarios» como Libé o incluso Le Figaro. Quizá  lo miraba con malos ojos de forma injustificada.

Últimamente he recuperado mi relación con Le Monde. Y he descubierto con satisfacción un diario, que más allá de su calidad informativa, tiene una gran calidad analítica. Mi relación volvió cuando una mañana descubrí con asombro que las dos noticias principales de portada estaban tituladas con sendas preguntas. A ambos titulares, les seguían, en el interior, dos estupendos reportajes sobre la situación de la universidad (que se ha pasado la mitad del curso en huelga) y sobre la piratería en internet.  Poco después abro un periódico español (no voy a citar cuál) y se me amarga el café cuando veo que han «cascado» una rueda de prensa tal cual, sin ni siquiera llamar a otra fuente. (más…)

El escritor granadino Francisco Ayala cumple hoy 103 años.  Más de un siglo en los que ha vivido tres regímenes políticos en España, varios exilios, dos Guerras Mundiales, infinitas crisis … Algo de lo que yo difícilmente podré  alardear algún día. Sin embargo,  lo que honra Ayala no es que sea un testimonio vivo del último siglo, sino que él ha moldeado ese siglo, nos ha dejado (y nos sigue dejando) su huella.

Sorprende ver la lucidez con la que aún realiza sus comentarios, haciendo parecer a los más jóvenes como los seniles por no tener su verborrea. Y por no tener, sobre todo, su impertinencia, esa impertinencia que según él ha perdido el mundo, y dentro de ese mundo, especialmente, los periodistas.

Yo me pregunto si alguna vez fui impertinente. (más…)

Hacía tiempo que no escuchaba a Iñaki Gabilondo, de hecho desde que dejó Hoy por Hoy no he vuelto a seguirlo demasiado. El mismo día que escribí el post anterior, Iñaki mostraba su visión sobre los mismo hechos en el informativo de Cuatro. Una visión que me recordó esos años en los que me levantaba y encendía la radio e Iñaki nos hacía pensar a todos un poco. Sigo pensando que la tele no le favorece, porque, aunque sea delante de una cámara, él sigue haciendo radio. Así que dadle al vídeo, pero cerrad los ojos, como si Iñaki nunca hubiera salido de nuestros aparatos de radio. Y pensad, por cierto, en eso de la costumbre.

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Odio la frase «sé cómo te sientes». Por mucho que nos empeñemos, es imposible saber cuáles son los sentimientos de una persona, porque los sentimientos son impredecibles, aleatorios y sobre todo, subjetivos. Y como son subjetivos, dependen de cada sujeto, de la situación personal de cada individuo y no hay dos individuos con una situación personal idéntica. Pues bien, la cadena de televisión Cuatro, de la mano de la productora Boca Boca, ha decidido que ella sí que tiene la autoridad para decir esa frase.

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Antes que nada mira fijamente los ojos de esta mujer, su expresión triste, aunque politkovskaya_anna1serena al mismo tiempo. Quizá su rostro no te diga nada, pero su historia seguramente sí. Anna murió, como otros tantos, por decir la verdad, por no achantarse ante las amenazas de los que ejercen su poder con el terror. Ella se enfrentó a ellos con esa serenidad de su mirada y ellos tuvieron miedo.

Ayer mantuve una conversación con un amigo, alguien totalmente ajeno a la profesión periodística, sobre la labor que desempeñamos los medios. Él, como otros tantos, me recriminaba que habláramos de cosas sin ser especialistas o que buscáramos el morbo incluso en temas especialmente delicados. No voy a iniciar una disertación sobre las bondades del periodismo. Sólo voy a decir una palabra …. (más…)